«¿Crees que la Caída es otra cosa que ignorar que estamos en el Paraíso?»
Jorge Luis Borges
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Visión de los Tronos, Giotto di Bondone, 1290-1300
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«El Cielo está en todas partes, en todo el mundo, y también en todo lo que está fuera del mundo, incluso en cualquier parte que esté o que pueda estar por mucho que imagines. Lo ocupa todo. Está dentro de todo. Está fuera de todo. Lo abarca todo. Sin división. Sin lugar. Operando por una manifestación divina, fluyendo más allá del universo pero sin moverse lo más mínimo fuera de sí. Pues opera sólo en sí mismo y se revela siendo uno, indivisible en todo. Aparece solamente a través de la manifestación de Dios y nunca sino en sí mismo, y en aquel ser que proviene de Él, o aquello en lo que Él está manifiesto, ahí está Dios manifiesto. Porque el Cielo no es nada más que la manifestación o revelación del Uno eterno, en el que toda la operación y la voluntad está en un amor sosegado.
De la misma forma también el Infierno está en todas partes de todo el mundo, y no mora y trabaja sino en sí mismo, y en aquello en lo que el fundamento del Infierno está manifiesto, a saber, en el propio hacer de uno, y en la falsa voluntad. El mundo visible tiene a los dos en sí, y no hay lugar en el que el Cielo y el Infierno no puedan ser encontrados o en los que sean revelados»
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Jacob Böehme, Tratado sobre el Cielo y el Infierno. Editorial Indigo, 1º ed., 2003.
8 comentarios
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octubre 28, 2009 a 11:01 pm
Daniel
Uf, qué palabras, cómo resuenan.
«El Cielo está en todas partes, en todo el mundo, y también en todo lo que está fuera del mundo, incluso en cualquier parte que esté o que pueda estar por mucho que imagines. Lo ocupa todo. Está dentro de todo. Está fuera de todo. Lo abarca todo. Sin división. Sin lugar.»
Sobrecogedor. «El País del Loto está en este lugar», dicen en otras latitudes para apuntar a lo mismo.
¡Y qué buena la cita de Borges! No la conocía, o no la localizo. A veces este hombre decía unas cosas… Da en el clavo. La «ignorancia» es la clave del asunto.
Un abrazo.
octubre 28, 2009 a 11:18 pm
Daniel
Pero, ay, no basta con saberlo, porque no es de esa clase de ignorancias. Hay que verlo.
octubre 29, 2009 a 2:25 am
Sahaquiel
Estimado Daniel: Así es, esas palabras de Boëhme resuenan con una fuerza increíble; esa fuerza que sólo tiene aquello que conduce a la verdad.
Giordano Bruno, en esa misma línea, decía: «llamo a Dios ‘totalmente infinito’ porque Él, todo entero, está en todo el mundo y está infinita y totalmente en cada una de sus partes»
A la frase de Borges la tomé de uno de sus más hermosos cuentos, «La rosa de Paracelso», que subí hace un tiempo a mi otro blog y que puedes leer aquí:
http://astruminhomine.blogspot.com/2007/09/la-rosa-de-paracelso_8543.html
En verdad este autor tenía momentos de una lucidez sorprendente.
¡Un abrazo!
octubre 29, 2009 a 5:03 pm
Jan
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«Sus discípulos le dijeron: «¿Cuando vendrá … el nuevo mundo?».
Él les dijo: «Lo que esperais ha llegado ya, pero vosotros no lo reconoceis» …
Sus discípulos le dijeron: «¿Cuando llegará el Reino?» (Jesús dijo): «No llegará esperándolo. No será cosa de decir «Helo aquí» o «Helo allí». Más bien el Reino del Padre se extiende sobre toda la tierra y los hombres no lo ven».
«Jesús vio niños a los que estaban amamantando. Dijo a sus discípulos: «Estos niños a los que están amamantando son como los que entran en el Reino».
Ellos le dijeron: «¿Entraremos entonces, como niños en el cielo?». Jesús les dijo: «Cuando hagáis del dos uno y cuando hagáis lo de dentro igual a lo de fuera y lo de fuera igual a lo de dentro, y lo de arriba igual a lo de abajo y cuando hagáis al varón y a la hembra uno y el mismo… entonces entraréis en el Reino».
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Evangelio de Tomás. Biblioteca gnóstica de Nag Hammadi.
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Abrazos.
Jan
octubre 31, 2009 a 11:15 am
Pola
Querido Sahaquiel,
precioso fragmento digno de ser siempre tenido en cuenta. Y tal como apunta Daniel -y el evangelio que cita Joaquín-, no basta con saberlo, hay que verlo, y esa es precisamente la clave del asunto «pues el que contempla debe estar próximo a lo contemplado, y, antes de llegar a esa visión, debe ser tansformado a su semejanza. Ningún ojo podrá mirar al sol si no se hace semejante al sol, y ningún alma puede ver la Belleza a menos que ella misma sea bella.» (Plotino)
Un fuerte abrazo a todos.
octubre 31, 2009 a 12:34 pm
Sahaquiel
Eso me recuerda estos versos de Rûmî:
«Esa sobrecogedora Belleza nos lo da todo.
¿Quién tiene la culpa
de que partamos con las manos vacías?
No te descorazones
si ese Encantador es implacable,
¿quién le vio alguna vez actuar de otro modo?
Su amor es suficiente dulzura,
aunque Él no reparte dulzura.
Su belleza es suficiente Promesa,
aunque Él haga que tú rompas tus promesas.
Muéstrame una casa
donde no brille Su luz.
Muéstrame un jardín
donde no florezca Su gracia.
Dios quiso emular Su propio Rostro
y así creo el esplendor de la mañana.
Cuando despertó el espíritu en esa luz, manifestó:
Para captar la belleza de Dios, debes convertirte en Dios.
Diferentes son las luces
del ojo y de la lámpara
mas cuando éstas se juntan
nadie las puede separar.
¿Qué es verdad?
¿Qué es mentira?
La única verdad que en este mundo conozco
es mi Maestro Shams-e Tabriz:
nunca brilló la luz de su Sol
sobre algo pasajero,
sin hacerlo eterno.»
Saludos a todos.
noviembre 5, 2009 a 11:23 pm
Fata Morgana
Por eso, si ves el infierno y te molesta: hazte a un lado, y verás como se manifiesta Lo Otro.
noviembre 7, 2009 a 11:10 am
Sahaquiel
Así es, Fata Morgana. Ese «hacerse a un lado» no es ir a ningún sitio en particular, sino estar realmente «aquí», en un eterno presente.
Saludos!